La casa se encuentra a sólo 245 metros sobre el nivel del mar en Breña Baja, no muy lejos de la capital Santa Cruz de La Palma. Sus propietarios alemanes la han restaurado y ampliado con estilo durante décadas y la última vez que se modernizó y renovó por completo fue en 2020/21. Se encuentra en perfecto estado y cumple con los estándares de vida actuales, al tiempo que conserva con sensibilidad el estilo típico palmero. Las clásicas vigas de madera expuestas del tejado irradian acogimiento y autenticidad. Las claraboyas hábilmente ocultas y un número inusualmente grande de ventanas de aluminio de doble acristalamiento y puertas exteriores con aspecto de madera han satisfecho, sin embargo, el deseo de luz y calidez inherente a los europeos continentales, incluso en el interior de la casa. La típica forma de L canaria de la casa proporciona una terraza bien protegida orientada al este, para tomar el café de la mañana al amanecer sobre el Teide (la montaña más alta de Europa, en la vecina isla de Tenerife). Aquellos que prefieran un poco de sombra durante el día estarán encantados con la terraza cubierta orientada al norte con amplios asientos, incluso para celebraciones familiares más grandes.

La casa se divide en un acogedor salón-comedor, una cocina, un pequeño vestíbulo, un dormitorio grande y otro pequeño y un cuarto de ducha con luz natural. Gracias a sus paredes de 60 cm de grosor hechas de basalto azul tallado a mano, el calor diurno se almacena y se libera por la noche, de modo que, en combinación con la baja altitud sobre el nivel del mar, la calefacción es casi superflua. No obstante, hay calefactores de mármol en el salón, los dormitorios y el cuarto de baño, que calientan eficazmente allí donde se necesita el calor.

El espacio que se ofrece se complementa con un pequeño cobertizo de jardín y un amplio garaje, que también se puede utilizar como taller casero o trastero. Hay otra plaza de aparcamiento para visitantes delante del garaje y el camino de entrada está asegurado por una puerta giratoria. El acceso a la casa sigue un camino pavimentado con losas de piedra natural a lo largo de una ya muy alta avenida de palmeras a través de una escalera a la terraza este de la casa. Desde aquí hay una maravillosa vista sobre el Atlántico y la vecina isla de Tenerife. Si desea o necesita subir a la casa en coche, este camino también podría ensancharse para que esto fuera posible.

El jardín de bajo mantenimiento ya está tan bien establecido que requiere muy poco riego, lo que es posible gracias a un depósito de agua que se llena con agua de riego a intervalos regulares. La casa está conectada a la red pública de agua potable y electricidad, conexión a Internet y red telefónica fija, así como televisión por satélite están disponibles.